Torus mandibular ¿Qué es y cómo se trata?
Con el término torus mandibular denominamos al crecimiento óseo solitario o bilateral que aparece en la superficie linguae de la mandíbula.
Suele ubicarse cerca de los caninos o premolares y su crecimiento acostumbra ser lento, sin ocasionar síntomas.
Generalmente, los torus crecen en adultos y no acostumbran a aparecer hasta haberse superado la pubertad. Se estima que entre el 20 y el 25% de la población presenta algún torus y son las mujeres las más propensas a desarrollar este tipo de crecimiento óseo.
Los torus se manifiestan como prominencias compactas de hueso cubiertas de mucosa sana que no suelen superar los dos centímetros de tamaño. Suelen ser asimétricos y, por lo general, no presentan síntomas.
El hueso que conforma el torus es un hueso bien definido y benigno, por lo que no suele implicar la aparición de complicaciones a no ser que su tamaño sea demasiado grande.
¿Cuáles son sus causas?
En la actualidad se sabe que existe una predisposición genética a desarrollar torus, y que, además existen algunos factores que pueden detonar su aparición como es el caso del estrés, el bruxismo o un trauma. Además diferentes estudios revelan una relación entre el hiperparatiroidismo como causa del desarrollo del torus.
Por último también sabemos que la presencia de disfunción de la articulación temporomandibular, el desgaste dental y la hipertensión también aumentan el riesgo de desarrollar torus.
¿Cómo se trata?
Habitualmente los torus no requieren ningún tipo de tratamiento, y solo es necesario intervenir cuando estos son excepcionalmente grandes. En este caso, podría suceder que el torus alterase la capacidad para hablar, generarse desplazamiento de los dientes o provocase traumas o alteraciones en la mucosa, motivos por los cuales sería necesario eliminarlo.
También resultaría necesario extirparlo en el caso de que se deba iniciar un tratamiento protésico.
Cuando el tratamiento está indicado, se recurre a la extirpación quirúrgica mediante una osteotomía en la base.
Se trata de un procedimiento muy sencillo en el que, una vez administrada la anestesia local, se realiza una insición para extraer el torus con la ayuda de un osteótomo. Tras esto, se sutura la insición y se emplea cemento quirúrgico para proteger la herida durante el postoperatorio.